Las bases del sistema son las que no han sido tocadas por muchos gobiernos con cuño de "nueva izquierda" que tienen el poder político en algunos de los países de latinoamérica.
Es simple la razón de por que ha sucedido esto, todos coincidirán en que los objetivos, los programas, e incluso a veces las improvisaciones, apuntan a impedir por todos los medios que se desarrollen los procesos para implantar los cambios sociales revolucionarios emanados de las demandas de los sectores eminentemente populares.
Los gobiernos reformistas, sus cuadros, buscan además adecuar su condición de clase a la escala de valores de una cultura capitalista, es decir nada queda, solo el mal elaborado discurso de izquierda.
Muchos valoran la política social de estos gobiernos sin reparar en la forma como se ha implantado esa política social, posicionando la pobreza como lo hacen los más rancios representantes políticos de la derecha, como un fenómeno que hay que solucionar dentro de los limites del asistencialismo público o privado, asistencialismo que va acompañado de la negación a que estos "beneficiarios" se conviertan en agentes políticos de sus propia realidad, con esto anulan la capacidad transformadora de la gente, eternizando su exclusión dentro del gran juego del capital, manteniendo la más cruel de la pobrezas como es la cultural.
Mientras tanto los dueños de los medios de producción mantienen a extremo la explotación laboral a la sombra de gobiernos "revolucionarios" que juegan en doble cancha sus compromisos clientelares.
Con el proceso para la consulta popular, se reedita el despilfarro, en nombre de una participación ciudadana, que una vez más se limitará a ser un actor desconectado de la naturaleza del proceso, de las implicaciones, en definitiva un votante con una voluntad manipulada por una campaña que también repetirá los esquemas de la política anacrónica propia de nuestro neocolonialismo.
El despilfarro se hará en las narices del pueblo carente de elementales servicios básicos, carente de espacios de educación liberadora, carente de sistemas de producción solidaria. Será un golpe bajo a las esperanzas de que los tiempos están cambiando, cuando queda en evidencia la conducta cavernícola de los actores políticos cuando dejan a la luz sus verdaderos intenciones sumisas frente al poder burgués.
Así las cosas, la consulta popular, aparte de que opción gane, está destinada a ser una muestra más de que el neocolonialismo mantiene las estructuras políticas controladas, igual con la derecha como con la socialdemocracia con discurso de izquierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario