Gran lección nos dejan los resultados electorales en Chile. Un proceso tibio, cercano a la socialdemocracia, es la mejor puerta para el regreso de la ultra derecha a los gobiernos que, gracias a la resistencia popular, han llegado por medio de las elecciones a instaurar modelos alternativos al neoliberalismo. Es algo en lo que deberían reparar los gobiernos progresistas de la región, ahora está claro que si los procesos no se profundizan, la posibilidad de perder las elecciones frente a los conservadores derechistas es bastante alta.
Varias interpretaciones puede tener esta realidad, pero la que más salta a la vista es que mientras se trate de hacer revoluciones teniendo como base las relaciones sociales y leyes heredadas de la burguesía, ningún cambio, ninguna política estatal puede revertir las condiciones del poder. Es como si quisieramos construir una piscina a orillas del mar usando el agua salada.
Los poderes de facto están presentes, sus valores siguen siendo reproducidos por los mass media, la superestructura ideológica se mantiene, y las relaciones económicas derivadas de la explotación de los trabajadores no encuentra respuesta contundente. Estos y otros factores permiten, que aunque los partidos políticos de la derecha aparentemente estén debilitados, lo que importa para ellos es que las estructuras del Estado burgués se mantengan, ellos no necesitan estructuras partidistas y base social para tener triunfos electorales, les basta poder mediático; y en este caso también el desencanto de las clases populares por la indecisión de una izquierda demasido tibia.
Dirán que hay que respetar los tiempos del proceso, de acuerdo; pero también hay que decidir claro el camino...socialismo o socialdemocracia populista. Estado burgués o construcción del Estado comunitario.
No creemos en la teoría del péndulo, de lo que sí estamos seguros es que las democracias de latinoamérica no pueden seguir el juego "democratico" de la alternancia, eso es simple y pura demagogia de inspiración de la derecha, creer que unas veces la izquierda otras la derecha es sinónimo de juego democrático, es bastante patético.
Entonces está en manos de los gobiernos progresistas de América Latina decidir el camino...o se profundizan los cambios con miras a la construcción del socialismo, o entregan las llaves para que la derecha vuelva a dirigir el Estado burgués, es decir su empresa.
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