miércoles, 17 de marzo de 2010

Ecuador: La factura del desencanto

Lástima ver como el movimiento popular, las expresiones políticas revolucionarias, el movimiento indígena, y demás expresiones políticas identificadas con el anhelo revolucionario, no son más que fantasmas que vagan por los laberintos del desencanto.
Puede parecer para algunos exagerada esta imagen del estado de las fuerzas de izquierda en el país, pero creo que no está lejos de la verdad. Las fuerzas están diezmadas, la generación del poder popular pasa por un dura etapa de crisis, los valores, la moral, la acción revolucionaria parecer se el cuento lejano de un pasado olvidado. Así de duro debemos decir, y mientras estas líneas van apareciendo en la pantalla de mi computador, dentro de mi se instalan las preguntas que se resuelven en una sola: ¿hasta cuándo?...hasta cuándo despertamos de esta modorra en la que nos vemos sumergidos, sin un poco de decencia...¿hasta cuándo?...nos llenamos la boca de discursos, de compromisos no resueltos, de falsedad en las acción directa contra el Estado burgués, que a sus anchas sigue reproduciendo la pobreza.
Y es que da vergüenza propia la situación, nada ni nadie parece estar dispuesto a la organización verdadera del poder popular, nada ni nadie dispuesto a elevar la conciencia al máximo como lo exige la circunstancia; a nadie parece interesarle, de verdad, acelerar el triunfo de la revolución en nuestro país.
Todos somos cómplices del hambre y del abandono en el que sigue sumidos millones de hombres mujeres, niños, ancianos; que son las víctimas de este modelo putrefacto de organización social, todos somos culpables de que el anhelo, por que han entregado la vida, y la entregan verdaderos revolucionarios, en lugar de acercare cada día se aleje más.
Ya saldrán los revolucionarios de la mentira a poner ejemplo de que sus organizaciones sí apuestan por la lucha, por la organización; pero la verdad es que ningún movimiento, ni partido político de izquierda, de los legales, hace nada verdaderamente por la gloriosa causa de la revolución popular ecuatoriana.
Es como que nos hemos contaminado hasta los huesos del sistema, todas las acciones no son más un juego en la falsa democracia burguesa, me da risa de aquellos que dicen que la derecha está arrinconada; al contrario la derecha con un izquierda de la calidad de la nuestra, no necesita siquiera preocuparse. Y completa este cuadro de desencanto el Estado tecnócrata de Correa, que devalúa diariamente la palabra revolución, y sus cercanos asesores, asambleístas, ministros, simpatizantes, parecen hacer la guardia del entierro de la causa popular, hemos cavado la tumba todos los que deberíamos estar cavando las trincheras para el combate por la revolución popular ecuatoriana.
Pero dentro de todo este cuadro nefasto, en que los falsos revolucionarios son los protagonistas, existe la luz, el color, el calor, la acción, el verdadero compromiso, la lucha leal, la esperanza por la revolución que día a día entregan los pobres, las mujeres del campo, el obrero, el joven desempleado, el indígena jornalero, los niños de la calle, los presos, los ajusticiados por el sistema...ellos son los verdaderos pilares del cambio revolucionario; serán ellos los que pasen por sobre los burócratas dirigentes de organizaciones seudorevolucionarias, sobre los "líderes" de esos partidos de izquierda que no construyen nada, que hacen parte del juego de esta democracia de papel. Será entonces que bajo el paso gigante del pueblo, queden enterrados los apologistas de la falsa revolución.

No hay comentarios: