miércoles, 24 de marzo de 2010

La falsa imagen internacional de un proceso político


Los grandes medios de comunicación internacionales siempre han recurrido a la falsa interpretación sobre la naturaleza de Gobiernos, de quienes escriben sus notas de información u opinión. Esta práctica ha permitido que la opinión pública internacional esté desinformada sobre la verdadera tendencia ideológica y política de los gobiernos tratados en las informaciones. Es de esta forma como, por ejemplo, por mucho tiempo se puso el membrete de "socialistas" a los gobiernos socialdemócratas de Europa, así aparecían referencias al gobierno español de Felipe Gonzales como "socialista" o se referían al gobierno de Jaques Chirac en Francia como un gobierno socialista; o cuando se confundían, intencionalmente o no, sobre la naturaleza del gobierno de Sarkosy.
Lo mismo ha sucedido cuando de los gobierno latinoamericanos se trata, nunca repararon en calificar como socialista al gobierno de Bachelet, ni de tildar de revolucionario a procesos de dictaduras nacionalistas.
Eso es lo que pasa con la percepción, que se tiene a nivel internacional, sobre autodenominado proceso de la "revolución ciudadana" que en plano internacional aparece como una realidad vinculada con la izquierda; claro, si de la falsa izquierda socialdemócrata se trata, estamos de acuerdo, el problema es que la relación que inventan los medios es con los postulados revolucionarios, de la izquierda revolucionaria, es ahí cuando desinforman; y nos planteamos la pregunta sobre que intereses pueden estar ocultos detrás de esta intencionada equivocación.
La respuesta parece estar en la manipulación direccionada a postular como izquierda al modelo del Estado de bienestar imperante en Europa, esto para anular o invisibilizar la real posibilidad de construcción de sociedades basadas en los verdaderos principios del marxismo, con esto aseguran, por medio de esta falacia, que se posicione entre las masas la creencia de que es posible llegar a desarrollar un modelo de justicia social por medio de las estrategias electoreras de la democracia burguesa; con el atenuante de inscribir estas supuestas posiciones dentro del marco económico - institucional del capitalismo.
Con esta realidad podrían cantar victoria los defensores del mercado y de la ideología conservadora de derecha, pues, presentando a estos regímenes como representantes de la izquierda, y sirviéndose de los evidentes fracasos a la hora de lograr la redistribución de la riqueza, con la consiguiente perpetuación de multiplicación de pobreza, tendrán para esgrimir juicios que denuncien el fracaso de la izquierda, o como lo hacen en estos momentos, tienen el pretexto para asegurar que el camino de los cambios necesarios en los pueblos que no alcanzan democracias maduras, es por la vía legal, es decir dentro de los parámetros dictados por los mismos multiplicadores de la pobreza.
Por todo esto es necesario aclarar en todo espacio posible la verdadera orientación de estos mal llamados gobiernos socialistas, dejar sentado que se trata de socialdemocracias que trabajan, aunque digan lo contrario, y aunque no sea la intención de estos, con la derecha que pacientemente espera el fracaso de ellos, para volver con toda su artillería a profundizar el mal llamado "Estado de bienestar."
Esperemos entonces que los periodistas, analistas políticos y demás "opinadores" de las realidades sociales, llamen a las cosas por su nombre, y no pongan etiquetas falsas a procesos políticos que no dan motivo para dudar de sus principios ideológicos y prácticas políticas.

1 comentario:

Transformemos nuestra Patria Grande dijo...

Me parece tu aryículo muy imaginario y contrario a principios de verdadera izquierda. Es que defiendes a una derecha recalcitrante o es que no te acomodas a una izquierda verdadera y real. La del estómago de cada ciudadano que con su honor y su trabajo honrado pretende llevar algo para sus sustento y el de su familia. Peritoneas en el arrebol marino de las tendencias, pero no aterrizas en el proceso histórico de cada una de ellas. Hacia donde tenemos que ir es a considerar a cada ser humano como persona digna y respetable. No mas a las guerras, no más a ser pobres de pensamiento ni de capacidades. formemos juventudes respetables hoy y siempre por su don de gentes y capacidad de servicio social.