La triste alegría de las luces artificiales

 No es por ahogar el "espíritu navideño" pero resulta, creo, un gasto innecesario toda la iluminación que ha desplegado en Municipio en la ciudad. Conociendo a las empresas que brinda este "servicio" sabemos que no son montos pequeños los que invierten las autoridades locales.

Al lado de tanta alegría de luz artificial, están decenas de niños campesinos que han venido a la ciudad, empujados por sus padres, a la navidad, ahí están el las esquinas repitiendo la historia colonial, mendigando en su propia tierra y vistos como extraños.

Quizá sería mejor si todo ese dinero, que seguro no es poco, se hubiese usado para, en programas organizados desde la municipalidad, se reúna a todas estas personas que estaban por todos los parques y esquinas, y se le ofrezcan espacios donde compartan dignamente un regalo, una comida con un trato digno y verdadera solidaridad entre personas.

Quizá de esta forma se fortalecen lazos desde los municipios para la elaboraciones de políticas sociales que no sean dádivas, sino real interés por mejorar la convivencia social, la democracia, que es oportunidad para todos.

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