jueves, 28 de abril de 2011

Ecuador: La utopía de la Central Única


Años sesenta, el movimiento obrero en el Ecuador tenía presencia y acción importantes en el contexto y relaciones de clase, que apretaban una vez más los derechos de los trabajadores. La organización vivía momentos de fortaleza, el movimiento sindical había recogido dignamente la herencia de los mártires del 15 de noviembre, fecha guía para la acción de los obreros en nuestro país. Son sucesivas luego las jornadas de lucha por los derechos de los trabajadores, en que muchos de los casos hicieron que los gobiernos burgueses tengan que sentarse en la mesa de negociaciones con los trabajadores, en igual sucesivas traiciones por parte de los gobiernos y los patronos que dejan a los trabajadores ante la incertidumbre de quedarse sin trabajo o aceptar que su trabajo sea explotado.
En otras jornadas marcadas con la sangre obrera, se arrancaron conquistas a los patrones, conquistas luego echadas a la basura por la leyes burguesas.
Las reformas laborales otra vez demostraban que la legislación, ese artilugio del poder, era nada más que una antesala de decisiones tomadas por los empleadores, la presencia de los trabajadores en las mesas de negociaciones propuestas por la burguesía, era simple símbolo de una batalla ganada por el poder corrupto, cuando con estas propuestas lograban desactivar el combate en las calles de los trabajadores.
En esta historia han estado presentes varias organizaciones, frentes, de los obreros, centrales sindicales que por décadas han sido el referente de la organización y lucha del obrero en el Ecuador, que atacadas por las reformas impuestas por los gobiernos debilitaron su presencia y organización, situación aupada por una diligencia contrarevolucionaria, arribista, que vendieron la causa de los trabajadores por sus puestos en la burocracia estatal.
Fueron precisamente estos vende obreros los que han impedido por décadas la unidad de los trabajadores, obreros del Ecuador en una sola y fuerte organización clasista, que sea capaz de accionar con certeza frente a la explotación del trabajo, y de ser capaz de desarrollar formas de lucha diversas, en base a una férrea unidad de objetivos, para arrinconar a la burguesía, rompiendo sus leyes con la fuerza de la organización.
La Central Única de Trabajadores ha sido la necesidad constante de la clase obrera, los intentos por constituirla han sido solamente eso, intentos, más no ha existido la voluntad política, la visión, el compromiso de clase, para dar sentido a este anhelo de los trabajadores.
Para esto el trabajo desmovilizador de los gobiernos y la burguesía nacional, ha sido importante, pues los resultados son claros: organizaciones y sindicatos burocratizados que han hecho pedazos los principios clasistas, dirigentes vendidos al poder, y en consecuencia una marcada desmovilización de la clase obrera.
Este primero de mayo que sea de reflexión sobre la situación de las organizaciones, que sirva para recalcar la resistencia y lucha contra el capital y la explotación laboral, pilares del sistema, y que se renueve con fuerza la construcción de la Central Única.

No hay comentarios: