Quienes creyeron que la derecha más reaccionaria de nuestro país estaba desmovilizada, cometían un grave error. En este proceso de avance de expresiones de las fuerzas progresistas, democráticas a nivel de poderes públicos, lograron filtrarse algunos representantes de esta corriente retrógrada; es más algunos mantinen un alto perfil dentro de los círculos de poder dentro del movimiento AP.
Pero la estrategía de la derecha destinada a recuperar los pocos espacios arrebatados por las fuerzas sociales adeptas al gobierno de Correa, es trabajada en varios frentes, en los que usando un dircurso supuestamente "ciudadano", cargado de simbolos democráticos y de reiteración en autoproclamarse ni de derecha ni de izquierda, si no todo lo contario; declarando una "pluralidad política y cultural", y enerbolando la bandera de la libertad de expresión como caballo de batalla de sus "gestas actuales" intentan devolver los privilegios de los que se sienten herederos.
En esta estrategia calzan algunos acontecimientos últimos, como el lanzamiento de la figura de Carlos Vera como un político nuevo, con nuevas propuestas, desvinculado de la partidocracia y con un discurso que cuestiona al actula régimen por su supuesto autoritarismos, lo que le vale para convocar a todas las fuerzas contrarias al gobierno de Rafael Correa. Esta convocatoria está destinada a lograr consolidar un proyecto a mediano y largo plazo en el que confluyen personajes de distinto origen político y actividad, pero que confluyen en una sola ideología identificada con la derecha y los grupo de poder, claro, aderezados con uno que otro arribista perdido en los laberintos de la ambición.
Es lo anterior, lo que justifica la presencia en los mítines convocados por Carlos Vera de lo más diverso de la fauna derechista, y de otros que se proclaman simplemente ciudadanos defensores de la libertad, pero que de trasfondo son representantes de clases sociales identificadas con la oligarquía del Ecuador.
Entre esta faunística muestra de dignos retrógradas, está en espera de su arribo una fugura del deporte conocido por el 90% de los ecuatorianos, se trata de Jefersón Pérez. quien si no o ha hecho público su inclinación hacia el movimiento de Carlos Vera, sí es un hecho de que hace parte de la estrategia de la derecha por detener el desarrollo de la fuerzas de progresistas de izquierda. Lo preocupante es que estos dos comodines de la derecha pueden en su momento confundir a un sector del electorado que puede verlos, a estos dos personajes revestidos de cualidades que no poseen, como la de ser honestos en sus intenciones políticas.
domingo, 27 de diciembre de 2009
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