domingo, 10 de enero de 2010

Fausto Basantes: en la memoria de los pueblos de Ecuador

Entre las mujeres y hombres que han entregado la vida por la causa más digna que puede defender un ser humano, la justicia social y la libertad, destaca por su entrega, por su arrojo, por su convicción y valentía frente a la oligarquía más despreciable de la última décadas en el Ecuador, un hombre que ya es parte de la historia de la resistencia de los pueblos de toda América Latina. FAUSTO BASANTES BORJA "compañero JULIO."
Desde muy joven abrazó la causa de los pobres, de su causa, muy temprano ya se destacó como dirigente estudiantíl y se perfilaba como un organizador nato, uno de esos cuadros que reúnen todas las cualidades necesarias que hacen que la lucha sea una jornada de eterna alegría.
Ya universitario militante en las filas del MIR despuntó como ideólogo, que proyectaba la construcción del ejército del pueblo para oponer la fuerza popular a las armas fratricidas del ejército y la policía al servicio de la oligarquía. Junto a mujeres y hombres nacidos de las entrañas del pueblo, un día luminoso, en la geográfía de nuestra patria dieron nacimiento a la organización de la cual llegaría, por sus méritos de hombre revolucionario, a ser uno de sus comandantes.
Y su entrega en toda acción dejó ejemplo de moral subersiva, de moral rebelde; ahí estuvo Fausto en la organización, en la prensa, en la toma de radios, en en enfrentamiemto contra los aparatos represivos, en los colegios, en las universidades, en el campo y en la ciudad escribiendo su historia que ahora es nuestra.

Pronto los sipayos pusieron precio a su cabeza, "cinco millones de sucres", decían los esbirros entregar a quien "denuncie" su paradero; ese era el precio por la vida de un hombre invaluable, no entedían los asesinos, perros de la oligarquía que a Fausto su pueblo, sus compañeros lo protegían, lo cuidaban como a un hijo predilecto de la patria ofendida, y él clandestino se paeaba por la narices de los perros de caza, día a día crecía su figura revolucionaria lo que valió para que, como siempre la CIA, meta las manos en el afán de asesinarlo.
El mes de enero de 1984 despúes de despedirse de su mujer y de su tierna hija, y en cumplimiento de sus actividades, fue emboscado en una de las avenidas de la capital por sus verdugos que le dispararon, FAUSTO respondió con su arma, disparó su defensa, y cayó luchando por sus sueños que son nuestros.
Fiesta hicieron los asesinos, sabían del valor de Fausto, el compañero "Julio" paso a la inmortalidad. Ahora no lo pueden encerrar en una cárcel, el está más libre que nunca en las acciones de los pueblos por la libertad, ya no pueden poner precio a su cabeza por que su ejemplo no tiene precio.
Un día cuando Fausto vió los rostros de sus compañeros torturados, que el gobierno los presentaba como trofeos de guerra por las pantallas de televisión...Fausto dijo: "En esos rostros vimos el hambre del pueblo"

1 comentario:

Grace dijo...

Es urgente limpiar el nombre de Fausto, al igual que el de muchos compañeros que por obra y gracia del asesino de Febres Cordero, han pasado injustamente a la historia como delincuentes. Ni héroes ni villanos, simplemente un grupo de jóvenes valientes que querían la justicia social para este país.