sábado, 1 de mayo de 2010

Ecuador: 1 de Mayo...y la clase obrera desclasada


Ya son varios años que la tónica es la misma, una pobre demostración de vacío de discurso, vacío de propuestas, de consignas; y lo más triste y preocupante la ausencia total de un espíritu de clase, de movimiento, de conciencia. Hoy nuevamente fueron masas caminando sin conciencia política, sin motivación rebelde, sin sentido de clase; simplemente fue una demostración más del grado de desmovilización que sufre el movimiento obrero en nuestro país; la muestra de que el trabajo encubierto por la burguesía, mediante leyes laborales, y en otros casos por la forzada necesidad del trabajo bajo condiciones de explotación, que no deja opción a los obreros sino la de vender su fuerza de trabajo en cualquier condición frente a la posibilidad de no tener trabajo.
La llamada "flexibilización laboral" aplicada por los gobiernos burgueses, fue una de las estrategias que hizo que sucumba la organización de los obreros; esto sumado a la traición de varios dirigentes, que por puestos en la burocracia, vendieron a sus organizaciones, las desmovilizaron, o peor las empujaron a ser simples comités que reclaman por prebendas particulares, de grupo.
Este proceso ha sido doloroso para los intereses de la liberación de los pueblos del Ecuador, pues la clase obrera y su inacción ha sido la gran ventaja para que la contrarevolución haga de las suyas, de esta forma las centrales sindicales han pasado a ser simples espacios donde los dirigentes viven de formalismos que les permiten tener ciertos privilegios, dejando de lado la tarea importante de mantener la organización en constante crecimiento de conciencia, en constante movilización en dirección a fortalecer la resistencia contra la institucionalidad capitalista y mantener la presión sobre el gobierno para que profundice la opción revolucionaria.
Ninguna de los tareas han cumplido, al contrario su presencia en la coyuntura política se limitan a se simples observadores, y a veces incluso cómplices de un proceso de vaciamiento de conciencia social, revolucionaria de las masas trabajadoras.
Este primero de mayo entonces nos deja muchos sinsabores, dudas, y preocupación por el nivel de organización de la clase trabajadora; deja la percepción de que las relaciones capitalistas de producción, contrarias a los intereses de de la clase trabajadora, están incólumes, vigentes; y que con los niveles de conciencia y de movilización de las masas de trabajadores, tienen todas las condiciones necesarias para seguir gozando de buena salud.
Es necesario que las organizaciones obreras realicen una autocrítica profunda, que consideren su papel protagónico en la construcción de la nueva sociedad, que entren en un proceso de educación política, y de una necesaria depuración de sus dirigentes, muchos de los cuales han sido incapaces de entender su rol, o quizá dejaron hace rato de ser parte quienes empujan la historia de la clase trabajadora por su liberación.
Con una clase obrera desclasada, la lucha por la libertad y el socialismo se hace mucho difícil; seguimos creyendo en la fuerza obrera autora de páginas gloriosas de resistencia contra el capital, seguimos confiando en su poder transformador dentro de la sociedad; por ello ¡viva el día del trabajo... adelante por la construcción de una clase obrera combativa y revolucionaria!


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