La tercera guerra mundial inter-imperialista

La tercera guerra mundial la vivimos ya hace algunas décadas. Es tal vez imperceptible, o quizás no tiene las características bélicas de las anteriores, pero es parte de la realidad mundial.

Muchos aplaudieron a más no poder, y pregonaron el inicio de un nuevo orden mundial luego de la caída del muro alemán; se levantaron voces afirmando que después de este suceso la seguridad de mundo estaba garantizada, pues el enfrentamiento entre las dos potencias, en el marco de la denominada guerra fría, quedaba definitivamente improbable; es más, según estos "gurus" de la geopolítica, el modelo liberal capitalista reafirmaba su efectividad como sistema económico, social, político en el mundo.

Como siempre estas predicciones traían de trasfondo los intereses de las grandes potencias económicas, con esto intentaban, de una vez por todas, imponer el modelo, mientras se desarrollaban conflictos en distintos continentes, que tienen origen en las políticas intervencionistas de las potencias imperialistas.

El imperialismo tiene diversos rostros y a la vez uno solo. EEUU sigue representando la más nefasta manifestación del mismo, la más violenta realidad, que se multiplica con la presencia de sus tropas en todos los continentes, el intervencionismo militarista, el boicot económico, la utilización de la mafia política. Del otro lado las potencias europeas que hacen el papel de tira y jala en los mercados mundiales; más allá China que emerge como un nuevo rostro de potencia capitalista con marcado uso de las prácticas de explotación laboral; Rusia, que con todo y crisis se camina por el sendero del capitalismo a ultranza; y al otro lado de esta frontera invisible están los demás países convidados de piedra, en esta carrera de intereses inter-imperialistas.

La tercera guerra mundial se da entre todos estos representantes del capitalismo mundial, en la que se juegan sus intereses, y en la que el caballo de batalla son los pueblos de América, África, Asia; guerra en la que el botín más preciado son sus mercados, sus millones de consumidores, sus recursos naturales; guerra en la que los muertos los ponen los pueblos víctimas de la violencia criminal del intervencionismo militar, sumadas las víctimas de la pobreza, las de los desplazados, las víctimas de la migración, de la drogadicción, de las guerra inter-étnicas aupadas por ex colonizadores; por la degradación ambiental, por la explotación laboral etc...

Suman millones las víctimas de esta guerra no declarada del capitalismo contra los pueblos del mundo. Guerra que silenciosamente pasa como algo parte de la realidad, a tal punto de que en "las altas esferas" de la diplomacia mundial, es manejada como parte de sus negocios. Ahí están los tratados de libre comercio, las deliberaciones sobre las sanciones a países que denuncian el estado de cosas, o en caso de Irán, de países que intentan poner un pie fuera de esta loca geopolítica.

La situación es la misma, con sus particularidades cada caso; pero en última instancia es evidente la pugna por la nueva repartición del mundo entre las potencias imperialistas, todo esto mientras en países como Ecuador algunos siguen dando crédito al "socialismo del siglo XXI"que con un débil y mentiroso discurso de soberanía, entrega los recursos naturales, mantiene la explotación laboral, sirviendo a los intereses del imperialismo capitalista, en esta tercera guerra mundial inter-imperialista.