domingo, 30 de enero de 2011

Ecuador: Las contradicciones de la pequeña burguesía


El tiempo demuestra el desarrollo lógico de los acontecimientos políticos. En el caso concreto de lo sucedido en las filas de AP era algo que tarde o temprano tendría que suceder, las contradicciones dentro de un movimiento amorfo políticamente hablando, que nació de una coyuntura concreta de reacción ciudadana frente al desgobierno del tristemente recordado coronel Lucio Gutierres, tenían que pasar factura a los involucrados.
Fue la ocasión aprovechada por un puñado de oportunistas, que esperaban el momento de figurar en la palestra política nacional, con la intención de que sus sueños arribistas se concreten. No dudaron, como ha sucedido a lo largo de la historia de nuestro país, en apropiase de las justas demandas de los pueblos del Ecuador, que como antes peleaban en las calles la destrucción del Estado burgués. Ahí, en ese momento dejaron sus oficinas y presurosos salieron a las calles dizque a defender la democracia, claro su democracia, la misma que para los pueblos del Ecuador es todo lo contrario; ahí, cual acto de magia, se convirtieron de pronto en revolucionarios, y se apropiaron de las consignas del pueblo, y "sufrieron" represión, y al final se convirtieron en los nuevos salvadores del pueblo.
Es solo una estampa que intenta mostrar, lo inescrupuloso del accionar político de los grupos y personas que hicieron de base del actual movimiento oficial.
Luego como estampida muchos huérfanos de conciencia política se sumaron a las filas de estos movimientos autodenominados ciudadanos, que repetían hasta el cansancio su absoluta independencia de los poderes corporativos que han saqueado y han empobrecido al país, pero en la realidad los vínculos con el poder estaban concretizados en la presencia de figuras de la derecha, que también como acto de magia aparecieron como asesores de los "revolucionarios del siglo XXI" formando un verdadero maremágnum en el que la derecha y la socialdemocracia pactaban en los hechos los espacio de poder.
Todo esto, como es lógico, acompañado de una carencia absoluta de un ideario político, mostrando simplemente unidad en lo que tiene que ver con el divorcio total con las verdaderas políticas revolucionarias del pueblo. Esta composición de clase del movimiento estaba ya determinando su futuro.
Ahora se hacen evidentes las contradicciones dentro del movimiento, contradicciones que desnudan la lucha de poderes de grupos ajenos a las necesidades concretas de los desterrados del mercado, conflictos internos que actualizan las practicas políticas herencia del colonialismo.
Los tecnócratas en el poder muestran su servilismo al sistema, aunque promociones su falso discurso de izquierda, que a más de un extraviado o ingenuo hicieron creer, y lamentablemente a una gran parte de la población empobrecida, que por falta de educación política y pensamiento crítico sumaron votos, para que nuevamente los socialdemocratas constituyan la máscara de cambio para que la gran burguesía siga asaltando al pueblo.

No por nada vivimos en neocolonialismo.

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