Razón profunda, por que el voto nulo en medio del sistema electoral burgués, es la reafirmación de la ilegalidad de este sistema, que por siglos domina la tan mentada democracia representativa.
El desgaste de la propuesta electoralista, es al mismo tiempo triunfo para sus mentalizadores, pues tal desgaste representa, aunque parezca contradictorio, el mantenimiento de la fórmula.
En concreto, la manipulación sobre las masas de la legalidad de los procesos electorales, sobre la supuesta manifestación de la voluntad popular en las urnas, se basa justamente en que el desgaste del juego causa una negación a otras formas de ejercer democracia.
A lo largo de la vida republicana de la naciones latinoamericanas, las elecciones han servido no más que para reafirmar, pretendiendo legitimidad, la explotación, y en cierta medida genocidios contra sectores amplios de las sociedades, cuando por medio de una estructura jurídica hecha a su medida, hacen ley el robo, el racismo, la explotación; eliminando sistemáticamente a pueblos enteros, todo con el único objetivo de mantener el poder que sustenta su condición de clase.
La supuestas contradicciones entre las opciones presentadas a los electores, son eso, supuestas, pues en realidad no son más que expresiones de conflictos interburgueses, en los que el pueblo no tiene participación.
En este escenario a los pueblos no les queda sino echar al suelo la manipulación, dejando colgadas en los anaqueles de la irracionalidad la cuartada de las oligarquías, anulando el voto, como expresión revolucionaria, violenta contra el sistema electoral del poder.
En esta mal llamada consulta popular está clara la situación, el SI o el NO, son posiciones asumidas por sectores dominantes que libran batalla aparte por espacios dentro del Estado burgués, arrastrando sus conflictos internos a toda la población, haciéndola partícipe de sus campañas, en las que dejan relucir la inexistencia de discurso y propuestas cercanas a la realidad; realidad no retocada por conceptos, prejuicios, códigos y leyes que hacen apología de la más clara injusticia. Con todo esto está asegurado, para ellos, por sobre los resultados, su cuotas actuales de poder, es decir que cualquiera que sea el resultado final en la consulta, ninguno de los grupos de poder pierden sus privilegios mal habidos, tampoco las relaciones de trabajo explotado cambian, peor aún no sucederá cambios radicales y necesarios como la expulsión de las mafias políticas del escenario, vía aplicación de la justicia en los innumerables casos de corrupción.
De hecho el trasfondo que esconde la consulta es la necesidad que tienen la pequeña y gran burguesía contrarias al momento de acumular poder, pero aliadas al momento de golpear al pueblo, de asegurar el andamiaje jurídico que de luz verde a sus negocios dentro del Estado, en que están y del que quieren hacer, o ya lo hicieron, patrimonio particular.
Estas son algunas de las razones de por que el voto nulo es una posición de compromiso político revolucionario con los objetivos de la liberación.
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