martes, 27 de noviembre de 2012

Ecuador: Izquierda electorera, Correa en el espejo de Acosta

La izquierda en el Ecuador no puede escapar de las convenciones impuestas desde el poder y su juego electorero, las participaciones de la izquierda, exepto la participación de FIU en los años 80, no ha representado más el cambio anhelado por los pueblos del Ecuador. Alrededor de esta, ahora seudo-izquierda, se han agolpado antiguos enemigos de socialismo y de la revolución, que ahora enarboran banderas que pertenecen históricamente a las luchas populares en una estrategia arribista sustentada en la insustentabilidad del modelo impuesto por el capital, pero del que esperan sacar tajada con su falsa identificación con las necesidades más sentidas de los pueblos del Ecuador.
La llegada al poder de Correa fue el resultado de un acumulado de resistencia, paradógicamente aprovechado por los detractores del poder popular, esa turba de seudo-revolucionarios que ven la oportunidad de ascender en la burocracia, que cuidan sus puestos como fieras heridas, que no distinguen política de intereses personales quieren ahora presentarse como los salvadores de la crisis, presentarse como "revolucionarios" y se mezclan personajes de las más diversas tendencias, de aquellas que históricamente han pisoteado la dignidad del pueblo, los mismos que en tiempos de violencia revolucionaria contra la extrema derecha y la socialdemocracia estaban tranquilos en sus casas, en sus trabajos, en sus estudios, sin saber siquiera que existe esa gran masa de explotados, o quizá incluso sabiendo nunca les importó, por que sus sueños pequeño burgueses estaban germinando en sus conciencias, mientras muchos otros estabamos en la lucha como hasta ahora, con nuestra conciencia plena de entrega a nuestras razones y acciones políticas.
Parece, y es lo más provable, que estos seudo-izquierdistas ni siquiera han tenido tiempo para la reflexión, es de esperar esta actitud por que toda su acción está concentrada en el juego por el poder, por el grupo de amigos, por el grupo de tecnócratas que sueñan estar en la institucionalidad del Estado, para inmediatamente dejar las banderas que dicen defender y pasar a engrosar el ejército explotador.
Lamentable que muchos compañeros verdaderos, probados en la lucha, los menos de estas nuevas aventuras electoreras,  hagan parte de esta traición a los pueblos del Ecuador. Correa o Acosta representan la misma línea reaccionaria, basta revisar la historia de muchos de los rostros que aparecen en sus huestes para saber que mueve relamente a estos aparatos populistas electoreros.
La izquierda revolucionaria no está participando del juego electoral de la burguesía, ella está trabajando con el pueblo en la organización de la revolución.
Correa se mira en el espejo de Acosta, se acomoda su terno, mientras Acosta y sus lugartenientes se mirán en el espejo de Correa, a final son el mismo lado.


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